La demanda se sustenta en la defensa del ecosistema económico del fútbol europeo y de la sostenibilidad del mismo
Ante el anuncio de Kylian Mbappé de permanecer en el Paris Saint-Germain, LaLiga quiere manifestar que este tipo de acuerdos atentan la sostenibilidad económica del fútbol europeo poniendo en peligro a medio plazo centenares de miles de puestos de trabajo y la integridad deportiva, no solo de las competiciones europeas, sino también de nuestras ligas domésticas.
Resulta escandaloso que un club como el PSG, que en la temporada pasada perdió más de 220 millones de euros, tras llevar acumuladas pérdidas de 700 millones de euros en las últimas temporadas (incluso declarando ingresos por patrocinios de muy dudosa cuantía) con un coste de plantilla deportiva en torno a 650 millones para esta temporada 21/22, pueda hacer frente a un acuerdo de estas características mientras aquellos clubes que podrían asumir la llegada del jugador sin ver comprometida su masa salarial, se queden sin poder ficharlo.
Por todo lo anterior, LaLiga va a interponer una denuncia contra el PSG ante la UEFA, autoridades administrativas y fiscales de Francia y ante los órganos competentes de la Unión Europea, para continuar en defensa del ecosistema económico del fútbol europeo y de la sostenibilidad del mismo.
En anteriores ocasiones, LaLiga ya ha efectuado denuncias contra el PSG por incumplimiento del fair play financiero de UEFA a raíz de las cuales la UEFA sancióno duramente al PSG, aunque el TAS las revocó en una extraña resolución.
LaLiga y muchas instituciones del fútbol europeo estaban esperanzadas que con la entrada del presidente del PSG, el Sr Al-Khelaifi, en los organismos de gestión del fútbol europeo como el exco de UEFA o la Presidencia de la ECA, se abstendría de realizar estas prácticas sabiendo el gravísimo daño que causan, pero no ha sido así sino todo lo contrario. Estando el PSG con masas salariales inaceptables, con grandes pérdidas económicas en temporadas anteriores, asume una inversión imposible en esta situación, lo que implica sin duda el incumplimiento de las actuales normas de control económico no solo de la UEFA, si no del propio fútbol francés.
Estas conductas denotan todavía más que desde los clubes estado no se respetan ni se quieren respetar las normas de un sector económico tan importante como el fútbol, clave para la sostenibilidad de cientos de miles de puestos de trabajo.
Este tipo de conductas que lidera Al-Khelaifi, presidente del PSG, por su condición de miembro del exco de UEFA, presidente de la ECA es un peligro para el fútbol europeo al mismo nivel que la Superliga.